Cincuenta (Brotes de olivo)

Misericordia, Señor, por tu bondad.
Por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Te gusta un corazón sincero (bis).
Y, en mi interior, me inculcas sabiduría.
Hazme oir el gozo y la alegría,
borra en mi toda culpa.

¡ Oh, Dios! Crea en mi un corazón puro.
Renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro.
No me quites tu santo espíritu.