No se hablan (Brotes de olivo)

¡Ojalá amara a la gente como amo a mis hermanos!
¡Ojalá perdonara como a quien perdono!
¡Ojalá supiera estar como yo sé con la gente
que, de veras necesita, estén con ellos!

¿Dónde está mi Dios cuando olvido que puedo amar
por el simple hecho de la fraternidad,
cuando digo lo que está bien y digo lo que está mal,
quiénes son los libres y los presos sin perdón?

La distancia la marca el tiempo, el pensamiento, la ira.
La pena, la angustia, el lamento, la monotonía.
Pensar que ya no hay más. Que no hay más que buscar.
Que la forma de vivir a Dios es sólo la mía.

Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.
Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.
Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.
Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.
Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.
Dios y el hombre no se hablan dentro de mí.