La última palabra (Brotes de olivo)

"Y ante tanto dolor no tenido en cuenta, tanta soledad de mujeres y hombres que vivieron, viven y, de no corregirse, seguirán viviendo en soledad... Ante tanta masacre y desastre, tanto gasto superfluo, sin sentido, bélico, de supremacías sociales... Ante tanto río convertido en cloaca, tanto vergel hecho desierto, tanto espacio conquistado y herido... ¿le queda a Dios algo por decir?"

La última palabra, la tiene la Palabra.

(Is 35) "El desierto se alegrará, la estepa florecerá, se verá la gloria y el esplendor de Dios. Se fortalecerán las manos débiles, se afianzarán las rodillas vacilantes porque vendrá Dios con su recompensa que nos salvará. El cojo saltará como un ciervo, la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo. Decid todo esto a los de corazón intranquilo: Los desiertos alumbrarán aguas, y las estepas, torrentes. Las tierras abrasadas se trocarán en estanques y el país árido en manantiales de agua. Habrá sendas y caminos por los que ya no vagarán los necios, ni subirán las bestias salvajes, los rescatados los recorrerán. Volverán los redimidos de Yavé, entrarán entre aclamaciones y verán la alegría eterna sobre sus cabezas. Acompañarán regocijo y alegría. ¡Adiós, penas y suspiros!..."

(Ap 21) "...todo quedará envuelto por un cielo nuevo y una tierra nueva. Veremos la nueva Jerusalén bajando del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia, ataviada para el encuentro con su esposo...
...y se oirá una fuerte voz que dirá: `Esta es la morada de Dios con los hombres. Tendrá su morada entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Él, Dios-con-ellos, será su Dios`. Así quedará restablecido el mundo nuevo que cobijará a la nueva humanidad".