¿Cómo te veré, Señor? (Brotes de olivo)

Es posible que no sea feliz en Dios
por no ser manso o estar hambriento ni limpio de corazón.

Es posible que no pueda ver a Dios
por no ser misericordioso ni de la paz sembrador.

Es posible que no alcance a ser de Dios
por no haber vivido y llorar de los otros su dolor.

Es posible que jamás yo llegue a Dios
por no llevarlo en mis entrañas como María lo llevó.

Pero verlo si podré si su Palabra de vida con los hombres practiqué,
o recordando al buen ladrón, me fío a ciegas de Él.

Era Nicodemo un fariseo y el rico Zaqueo, publicano.
Magdalena, la más pecadora y, aún así, todos se salvaron,

Los cojos y ciegos le siguieron, unos eran buenos, otros no tanto.
Quisieron salvarse y nada más, !Quienes le siguieron, se salvaron!