Los mansos (Brotes de olivo)

Con pies descalzos y doloridos, nadie mira tu dolor. Tu facha triste a nadie inquieta, ¡tú nunca lo llevas a mal!

Porque sabes que la tierra de los otros no sólo es, porque tú vives en la espera que has de poseer hasta aquello que no ves.

Si alguien te mira con gran desprecio, sabes decir como Jesús: "Perdona, Padre, a mis hermanos, dales tu perdón, dáselo tú.

Porque no saben lo que hacen, no son conscientes de mi mal". Y aquella tierra que te hizo daño, ¡tuya será, con todos vivirás!