El cordero está a punto (Brotes de olivo)

Me voy a lejanas tierras donde no podéis venir.
Mi Padre me está esperando, ya con Él me debo ir.

El tiempo que con vosotros en esta tierra pasé
fue para daros ejemplo de cómo debéis de ser.

Sentémonos a la mesa que el cordero ya está a punto,
cada vez que me comáis quitaréis males al mundo.

No olvidad en vuestras vidas cuánto me visteis hacer,
servid de pan y bebida a quien tenga hambre y sed.

No os angustien las caídas ni las ausencias de fe,
que en las sendas de la vida de todo habéis de tener.

Gozáos en toda prueba, más cuanto más dura fue,
que el Maestro así lo dijo: “quien me siga, así ha de hacer”.