¡Se ha perdido Jesús! (Brotes de olivo)

Doce años ya contaba Jesús, desde que naciera.
Se perdió entre la gente sin que nadie lo advirtiera.

"¿Tienes acaso tú el niño?", decían a unos y otros.
La respuesta era "no", se angustiaban poco a poco.

Pasa la primera noche y amanece el nuevo día,
ya lleva dos de perdido, y nada de él se sabía.

Seguros de no encontrarlo entre amigos y familia,
vuelven a Jerusalén, al cabo de los tres días.

Cuando la espera moría y la tristeza manaba,
al templo se encaminaron a implorar al Dios del alma.

Cual no fuere la sorpresa al verle entre los doctores,
y, entre pregunta y respuesta, maravillaba a los hombres.

"Nos has hecho sufrir mucho, grande fue nuestra aflicción.
¿Por qué nos tratas así?" Y Jesús les respondió:

"Vine a la tierra a tratar los asuntos de mi Padre,
si ahora no lo entendéis, lo comprenderéis más tarde".