¿Darás la mitad de tus bienes? (Brotes de olivo)

Jesús marchó a Jericó donde vivía Zaqueo,
hombre rico y publicano, de estatura muy pequeño.

Éste trataba de ver a Jesús cuando pasaba,
pero a causa de la gente, a verlo no le alcanzaba.

Adelantóse corriendo y hasta un árbol se subió
y Jesús le miró fijo y esta frase exclamó:

"Bájate pronto, Zaqueo, que a tu casa iré yo"
y él, con gran alegría, en bajar se apresuró.

Al verlo el pueblo pensaba, murmurando con rencor:
"Dormirá hoy en la casa de un hombre pecador".

De pie se puso Zaqueo y, humilde, habló con rubor:
"Doy la mitad de mis bienes a los más pobres, Señor.

Y aquel que he defraudado, cuádruplo devolveré,
porque a esta casa llegó la salvación que anhelé".

Diciendo Jesús al punto: "Tú eres hijo de Abrahán;
vine a buscar lo perdido, salga de esta casa el mal".

Das la mitad de tus bienes a quien la vida te dio;
no fuiste muy generoso, pero menos lo soy yo.