A tu altar he llegado (Brotes de olivo)

Venir a buscar a Cristo es gozar de pleno amor.
No puede haberlo en mi alma cuando yo tenga rencor.

Si triste quedó alguno y sé su falta de amor,
vaya y le traiga conmigo; sin él no me quiere Dios.

He creído que iba a ti y hasta tu altar he llegado,
y al encontrarme contigo, algo me has preguntado:

"¿Cómo se encuentra tu vida y la amistad con tu hermano?
Si con él no te hallas bien, anda vete y ve a buscarlo.

Cuando con él tengas paz, ven aquí, junto a mi lado.
Entonces sí te recibo, porque yo vivo en tu hermano".

Aquel que nos desagrada es costumbre abandonar.
Busco tan sólo al amigo, los otros suelo dejar.

Ése que tanto molesta y de él yo nada sé,
Dios lo ha puesto en mi camino; sin él no me salvaré.