He oído Tu voz (Brotes de olivo)

Hoy desde aquí, al oír tu voz, te damos gracias, Señor.

Tal cual pajarillo que va en busca del nido, mi corazón va detrás de ti.
Al oír tu palabra de vida, me quedo en calma en tu paz, Señor.

Soy feliz porque voy por tu camino, y cantaré hasta perder la voz.
Al cantar la alegría me rebosa, te canto a ti que eres mi Señor.

Al perder las cosas de la tierra, que mi ilusión no pierda fulgor.
Sólo he de tener puesta mi vida siempre en los caminos limpios del Señor.

Los niños andan despacito, igual que yo, que pequeña soy.
Pero el camino se anda más seguro para llegar hasta ti, Señor.