Escucha, tú, la Palabra (Xaquín R.)

Escucha, tú, la Palabra de Dios, 
no sólo con tus oídos, 
también con tu corazón. 
Escucha, tú, la Palabra de Dios 
y estate siempre atento a su Voz. (bis)

Déjala entrar dentro de tu corazón, 
pásala a tu mente y a tu situación, 
vívela, vívela en tu realidad, 
haz que por tu vida llegue a los demás.

Si tus manos son instrumento de Dios, 
da tu pan al pobre, préstale tu voz, 
ama a Dios, ama a Dios con tu caridad; 
oye su Palabra con sinceridad.