El Señor es mi luz (salmo 36)

El Señor es mi luz y mi salvación. 
El Señor es la defensa de mi vida. 
Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré? 
¿Quién me hará temblar?

Una cosa pido al Señor: 
habitar por siempre su casa, 
gozar de la dulzura del Señor, 
contemplando su templo santo.

No me escondas tu rostro, Señor, 
buscaré todo el día tu rostro. 
Si mi padre y mi madre me abandonan, 
el Señor me recogerá.

Oh Señor, enséñame el camino, 
guíame por la senda verdadera. 
Gozaré de la dulzura del Señor 
en la tierra de la vida.