El agua no tiene color 

Ya no hay razas, ya no hay color, 
sólo hay trigo, sólo hay amor. 
Y el mismo sol que vemos tú y yo, 
es de todos y es de Dios. 
Cuando un hombre te dé de comer 
y en sus manos agua de beber, 
recíbelo, qué importa su piel, 
te lo da de buena fe.

Todos comemos del mismo pan, 
todos buscamos a Dios. 
Todos bebemos en un manantial 
y el agua no tiene color (bis).

Cuando el sol se asoma al mar, 
cuando el hombre empieza a sembrar, 
te miro a ti, me miras a mí, 
y bebemos libertad. 
Y si buscas techo y hogar 
algún hombre te lo dará; 
recíbelo, no importa su color, 
te lo da de corazón.